Cogemos 1 bus local hasta Ganpatipule. El paisaje durante el camino es bastante bonito. Al bajarnos pillamos 1 richshaw para q nos lleve a 1 alojamiento q nos han dicho q esta muy bien. Cuando llegamos al alojamiento, quedamos boquiabiertos: 1 pedazo palacio pintado con vistas al mar con 1 pedazo de jardin. Entramos en el impresionante vestibulo q es enorme. Sorprendentemente el precio de 1 habitacion doble es de 1800 rupias con desayuno y cena a la carta, mas 10% de impuestos. Somos los unicos hospedados!!. Tenemos 8 sirvientes para nosotros solos. Por 1 parte nos sentimos algo incomodos, y por otra con complejo de nuevos ricos. A pesar de ser lujoso, en algun punto falta algo de pintura. Nuestra habitacion tiene estupendas vistas al mar y 1 terraza grande.
Ganpatipule es 1 zona q recibe solo turismo de indios de clase alta, y casi no hay extranjeros. Como estamos en temporada baja, los indios no vienen. Nos dicen q por ej. para el Diwali (1 especie de semana santa para ellos), hay mucha mas gente.
Despues vamos andando a pasear y ver 1 templo en la orilla del mar. Hay bastantes guardias de seguridad. Por 1 entrada, hay q pasar 1 control de seguridad con detector de metales, mientras q por la otra pasas como Pepe por tu casa. Extranyo.
En la entrada hay 1 estatua de 1 rata gigante a la q se le pueden pedir deseos.
Luego vamos por la playa. Vemos cabanyitas muy bonitas en la orilla. A pesar de no estar alojados ahi, no ponen pegas para q paseemos.
Comemos en otro complejo turistico casi vacio. No ponen tampoco pegas por no estar alojados.
Paseamos luego por el pueblo, con calles estrechitas y casas bastante cucas.
Luego descubro 1 camino q lleva directo de nuestro alojamiento a la playa. El cesped llega hasta la misma playa. Me banyo completamente solo.
El agua esta limpia, pero algo turbia, porque el agua esta 1 poco movida y el fondo es algo arcilloso. Cuesta q el agua cubra, por ser la pendiente suave. Las olas no son peligrosas y si divertidas. No hay ninguna piedra en el agua. La salinidad del agua es mucho + baja q la de nuestro Meditarraneo.
Cenamos a la carta en el enorme vestibulo del palacio. El personal es a la vez atento y simpatico.
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